Protocolo social en tiempos de pandemia

 Digo siempre lo mismo, cuando la salud manda el protocolo calla, pero¿será fácil socializar hasta que las autoridades sanitarias nos digan que estamos seguros?

 

Nos encontramos con una sociedad en estado de alarma que ha pasado un duro confinamiento de dos meses, para el que se están empezando a adoptar “medidas de alivio”, aunque eso no significa que podamos relacionarnos como antes mientras dure el estado de alarma ni que debamos volver a lo mismo mientras no exista una solución real, bien sea a través de vacuna o tratamiento efectivo.

 

Así las cosas, el protocolo social se encuentra ante un auténtico reto: socializar en tiempos de pandemia.

 

Nos encontramos con niños, adolescentes, jóvenes y adultos que tienen y deben relacionarse socialmente, pues por algo somos seres sociales; pero muchos preguntan cómo hacerlo si no se sienten seguros.

 

Durante los días más estrictos del confinamiento las videollamadas grupales fueron una medida que ayudó a muchas personas a relacionarse tanto a nivel social como académico y empresarial, pero hubo una masa de población que se ha visto especialmente abrumada por la tecnología, han sido los niños más pequeños, para los que esta forma de comunicación, mayoritariamente, no ha resultado satisfactoria, por el esfuerzo de concentración, pasividad, los ruidos estridentes para oídos sensibles y la falta de experiencia en su uso por los adultos. Incluso a los jóvenes y adultos les han resultado cargantes en muchas ocasiones y han confesado “estar con otras cosas” durante su realización.

 

Por eso, las recomendaciones de Galicia Protocolo para videollamadas grupales son:

 

1. Un máximo de 10-15 personas.

2. Un máximo 30-40 minutos de duración.

3. Establecer un guión previo en el caso de encuentros empresariales o unas normas en caso de encuentros sociales.

4. Escucharse.

 

Pero ya estamos ante otra situación, la que nos está llevando a la que está siendo llamada la “nueva normalidad” que, en nuestra opinión, es durísima y pasa por las normas de etiqueta sanitaria establecidas para la pandemia de la COVID-19, que ya todos sabemos bien: higiene de manos, uso de mascarilla, distancia social de un mínimo de 2 metros, evitar tocarse la cara y relacionarse en grupos pequeños evitando aglomeraciones.

 

Así las cosas, en los próximos meses tenemos y debemos relacionarnos socialmente y empresarialmente y determinar que lo que es de buena educación hoy nada tiene que ver con lo que era de buena educación hace 2 meses:

 

BUENA EDUCACIÓN ANTES

BUENA EDUCACIÓN HOY

Saludarse con apretón de manos/ beso mejilla

Sonrisa y un saludo de palabra

Envío de cartas/postales escritas (cada vez más en desuso)

Envío de correos electrónicos o mensajes a través de correo electrónico, redes sociales o aplicaciones móviles.

Sacudirse los zapatos en el felpudo de entrada de una casa

Seguir las normas higiénicas que la casa/empresa haya establecido: desinfección de calzado, uso de patucos desechables, o descalzarse.

Uso de pañuelos de tela (en desuso)

Uso de pañuelos desechables (usar y a la basura/papelera).

Mezclar grupos, invitar a todo el mundo.

Ser selectivos y restrictivos en los encuentros/eventos.

Ceder asientos en los transportes públicos.

¡Ni te muevas! Estás bien donde estás.

Bostezar llevándose la mano a la boca, para que nadie vea tus amígdalas o falta de ellas.

Bosteza, tose y estornuda con tu codo flexionado.

Sigue tú con la lista.

Sigue tú con la lista.

 

 

 

 

Es nuestra decisión comprometernos o no con el bien de la sociedad, ser educados o maleducados.

 

 

 

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