Política y protocolo. Mejor sin caprichos

Política y protocolo no deben ser enemigos, el protocolo da mucho a la política pero hay que usarlo con criterio, no con capricho.

 

Aun así, a pesar de lo dicho, veo con enfado, con desilusión y preocupación como con mucha frecuencia la clase política desprecia al protocolo, utilizándolo caprichosamente para salir en los medios de comunicación y contentar a un puñado de personas que, profanas se piensan que cualquier cosa vale. Pero, lo cierto es que el protocolo tiene normas, normas que sirven para dar soluciones a situaciones complicadas y evitar conflictos, y con su instrumentalización de desvirtúa su sentido y se corre el riesgo de que las herramientas tan potentes que ofrece, especialmente al poder, vayan perdiendo su sentido poco a poco.

 

Hoy los profesionales de protocolo no le debemos nada a nadie pues, ya, en la mayoría de los casos los puestos se logran por méritos académicos y profesionales y no a dedo. Haciéndose fundamental tener capacidad de liderazgo (al margen de la capacidad de trabajar en equipo, que también es fundamental), pues tenemos que trabajar con muchos grupos de personas, tenemos que tomar decisiones y hacer que se respeten y cumplan, además porque nuestros consejos profesionales son de envergadura, al poder poner en cuestión la imagen de la institución o persona a las que asesoramos. Ser líderes implica hacernos responsables de nuestras decisiones y de las recomendaciones que hacemos a nuestros jefes cuando nos preguntan o cuando vemos que se están equivocando en cuestiones de protocolo. Nuestras decisiones y nuestro criterio profesional admiten la discusión doctrinal pero no la falta de ética profesional.

 

Es muy difícil hacer entrar en razón a un jefe cuando quiere realizar una acción y como profesionales sabemos que atiende a muchas cuestiones pero ajenas al protocolo, en estos casos, si podemos, debemos hacer un esfuerzo didáctico para hacerle entender la importancia de respetar el protocolo porque, de verdad, los beneficios son cuantiosos, no así cuando se utiliza mal.

 

¿Es una broma un evento? NO , Y MENOS ESTOS DÍAS realizar eventos en los que se pone en riesgo la salud de las personas, en los que no se están respetando las normas vigentes, que no se está dando ejemplo a la sociedad que sí está cumpliendo las normas no es admisible.

 

Para todas las personas que se benefician del protocolo:

  1. El protocolo es un aliado si se trata con respeto.

  2. El protocolo es fuerte si no se debilita con un mal uso.

  3. No tengas prisa, el protocolo te indica los tiempos, los momentos, tiene mucha experiencia.

  4. El protocolo quiere que tu imagen sea positiva.

  5. El protocolo quiere que seas capaz de comunicarte con muchas personas con sentimiento, llegando a sus corazones.

 

 

 

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