Seguridad y calidad de vida

“Es una zona, una aldea, una población o una ciudad segura”. Y, solo con ese adjetivo, la zona o la población se convierte en un destino objeto de deseo de la mayoría de sociedad. ¿por qué? Porque es bueno.

 

Seguridad y calidad de vida son conceptos que, en casi todas las ocasiones, van unidos; pero ¿de qué depende esa seguridad? ¿del emplazamiento de la población? ¿de que un ser mágico tocó esa zona o a las personas que allí viven para protegerlas de la falta de seguridad?.... pues no. Lo cierto es que en las zonas tranquilas, seguras, existe una población con una buena educación, con valores arraigados y donde el respeto no es ninguna quimera, sino el día a día de los miembros de esa población y las personas que no respetan estos códigos son sancionadas y apartadas. Así, cuando esto falla, cuando en una población comienzan a hacerse fuertes personas sin valores ni buena educación, el resto de la sociedad se ve obligada a sustituir o complementar sus valores y su buena educación con medidas de seguridad, con alarmas y la población se va enfermando, hasta llegar a la total y absoluta desconfianza de todos sus miembros y la conseguida calidad de vida se va desmoronando.

 

Seguridad y confianza, dos conceptos que van de la mano para alcanzar un objetivo, el de la calidad de vida. Pues, si bien la calidad de vida requiere de más variables, estas dos, que afectan al protocolo social, en el sentido de conocimiento de las normas de convivencia, respeto y relación social, son imprescindibles.

 

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Autora: Margarita Murillo

            Galicia Protocolo

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