Las tres fases de un evento y su razón de ser

Todas las fiestas, todas las celebraciones, todos los eventos se realizan con un motivo, con una finalidad y se hacen para alguien, generalmente para un grupo. Aquí es cuando se observa que todo evento tiene cierta organización, en la que son muchas las personas que intervienen para conseguir ese objetivo, esa razón de ser del evento. Así, en primer lugar, la persona promotora del evento, quien tiene la idea, es la que plantará la semilla, la que transmitirá su idea y su ilusión a otras personas hasta que ya sea capaz de imaginarse el evento, ahí es cuando llega el momento de incluir en la organización a profesionales que asesoren y dirijan todo el entramado de la organización para que la rueda comience a girar: se inicia el contacto con proveedores e invitados, las fechas, las ideas… todo va plasmándose en papel, el evento ya no se imagina, es el momento de su visualización. Durante toda la fase del preveento la ilusión y el trabajo de todos los miembros de la organización se ha enfocado en el disfrute de los invitados.

Llegado el día del evento, comienza el trabajo de los invitados, el de disfrutar al máximo. La imaginación y la visualización dan paso, aquí, al sentimiento, a la emoción, con la intención de pegarse en la memoria y ser recordado, tras su celebración.

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Autora: Margarita Murillo

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